Las vitaminas son elementos imprescindibles para nuestro organismo y es bueno no tener carencias de ninguna de ellas, ni tampoco tener un exceso, ya que tanto el exceso como la carencia, puede tener consecuencias físicas y psicológicas.
Vitamina B6 y B12 (imprescindibles para la ansiedad)
Para el caso de las vitaminas que se usan para curar la ansiedad, las que mayor impacto tienen son las del grupo B y más concretamente la vitamina B6 y B12.
Las vitamina B está directamente implicada en la salud mental y muchas veces los primeros síntomas de la ansiedad viene por una deficiencia de este complejo de vitaminas y que también pasa por una mala alimentación, ya que si no tomamos ningún suplemento vitamínico en caso de tener unos malos hábitos alimenticios, puede acabar con los primeros síntomas de una ansiedad que puede agrandarse con el estrés cotidiano.
Un capítulo esencial sería para las mujeres embarazadas y que muchas veces pasan por etapas de ansiedad ante el parto e incluso en el postparto, por eso es muy importante tomar suplementos vitamínicos que el ginecólogo estime oportuno. Además tenemos que pensar que el bebé durante la gestación estará alimentándose prácticamente de lo que produce la madre. Por eso, cuando el embarazo pasa por algún “problema”, el ginecólogo receta sobre todo vitamina B6 cuando hay carencia de apetito y calcio para reponer el propio calcio que el niño va absorbiendo de la madre.
El tema de las vitaminas como la B6 y B12 es que generalmente el organismo no lo almacena como el calcio por ejemplo, y cuando somos personas muy activas o para personas que tienden a padecer ansiedad, estas vitaminas se consume más rápidamente que de forma normal, por eso es necesaria conseguirla en forma de suplemento fuera de la dieta.
Pero como hemos hablado ya en capítulos anteriores sobre la ansiedad, la ansiedad es un tema psicológico que obviamente viene también dado con estados carenciales y muchas veces unido a una mala dieta y una falta generalizada de ejercicio físico y otros malos hábitos como el alcohol y tabaco, por lo que primero hay que solventar todos estos pasos y de paso reforzar la ingesta de vitamina B.
Vitamina C y E
La otra gran vitamina y que suele estar presente en casi todas las cosas benéficas para nuestro organismo, es la vitamina C y la E. Aunque estas vitaminas no están asociada a la ansiedad, el estrés o la depresión directamente, estas dos vitaminas son los principales antioxidante para nuestro cuerpo. La vitamina C ayuda a la glándula suprarrenal y afectará en gran medida a la mejora en cuanto a la ansiedad. En el caso de la vitamina E, estudios recientes han relevado que las personas que tienen episodios de pánico les ayudó mucho la ingesta de esta vitamina para combatir este estado de ánimo.
Resto de vitaminas y resumen
Todas las vitaminas son importantes para nuestro organismo, pero no las hemos nombrado aquí ya que su papel con la ansiedad es mínima, pero como ya hemos comentado un poco más arriba las vitaminas esenciales para combatir la ansiedad son la B6, B12, C y E.