¿Hiperventilas y aun así sientes que te falta la respiración? Cuando te asustas ¿empieza a respirar velozmente? ¿sientes que eres anormal por eso? ¡Tranquilo! No te estás volviendo loco, sólo sufres de taquipnea y ansiedad, y a continuación te las explicaremos un poco mejor para eliminar tus dudas.
¡Acompáñanos!
¿Qué es taquipnea?
En términos médicos la taquipnea no es otra cosa que una frecuencia respiratoria acelerada; normalmente, un adulto respira, si está en estado de reposo, entre ocho y dieciséis veces por minuto.
Si tu respiración supera esta cantidad de veces por minuto, la consideramos acelerada y la llamamos taquipnea.
Ahora bien, debes saber que si se presenta en situaciones de estrés, taquipnea y ansiedad se unen para causarnos más miedo, pues la primera es un síntoma de la segunda.
Pero ¿sabes realmente qué la causa? ¡Descúbrelo con nosotros!
¿Qué la ocasiona?
La taquipnea y ansiedad se relacionan en muchos casos, pero lo cierto es que la taquipnea puede aparecer sin necesidad la ansiedad. Y, las causas más frecuentes de su aparición son las siguientes:
- Que el paciente sufra de asma.
- Si algún coágulo de sangre aparece en tu arteria pulmonar.
- Si te estás asfixiando.
- Si sufres de EPOC, o enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
- Si padeces de cualquier clase de enfermedad pulmonar crónica.
- Si tienes insuficiencia cardíaca.
- Si tienes neumonía
¿Ves que por ningún lado aparece la palabra ansiedad? Es por una sola cosa: si no sufres o padeces de nada de lo anterior, entonces lo que tienes es una relación entre taquipnea y ansiedad.
¿Por qué te decimos esto? Porque, cómo habrás visto, no necesitas padecer de ansiedad para sufrir de taquipnea, pero, si no tienes ningún impedimento físico y al sentir miedo empiezas a hiperventilar ¡No debes alarmarte!
No estás enfermo, sólo que tu ansiedad te genera la necesidad de respirar aceleradamente.
Taquipnea y ansiedad: ¿tienen relación?
¡Claro que sí! Cuando sientes miedo y estás ansioso, tu respiración se acelera y comienzas a hiperventilar y a sentir que te falta el oxígeno, cuando, en realidad, estás sobre-oxigenando tu organismo.
Esto te causa mareos, sensación de irrealidad, taquicardia, palpitaciones y taquipnea. Así que sí, taquipnea y ansiedad están relacionadas.
¿Qué te causa sufrir de taquipnea y ansiedad?
- Miedo a morir.
- Miedo a dejar de respirar o morir asfixiado.
- Mareos y sensación de nauseas.
- Presión en el cuello y en el pecho.
- Taquicardia y palpitaciones.
- Te aísla, ya que el miedo a volver a sentir taquipnea hace que eludas aquello que te causa ansiedad y poco a poco vas alejándote de aquellas cosas que te gusta hacer y de las personas que quieres.
- Puede llegar a impedirte realizar tus tareas diarias o trabajar.
Como has visto, la taquipnea y la ansiedad pueden hacer de tu vida un pequeño infierno. Y existen personas que han resistido esto por años, ¡pero eso puede parar! Sólo tienes que decirte a tomar un camino diferente y hacerle frente.
Taquipnea y ansiedad: ¿Tiene cura?
¡Sí! Sólo tienes que tener claro tres cosas muy importantes. La primera es que no existen soluciones milagrosas ni fórmulas extraordinarias; La taquipnea y ansiedad necesitan tiempo y tratamiento, y esto no durará dos días.
Lo segundo es que, si quieres comenzar a curarte, llenarte de información no te hará avanzar, de hecho, nuestra experiencia personal con la ansiedad nos ha llevado a concluir que, entre más información lees más te preocupas.
Y la preocupación y el estrés te generarán más ansiedad. Y nuestro tercer consejo es: entiende el origen de tu ansiedad. Algo la detona, la taquipnea y ansiedad no aparecen de la nada ni porque sí.
Sino entiendes a qué le tienes miedo, jamás sabrás cómo controlar y curar tu ansiedad. Por todo esto, te invitamos a que te unas a nosotros en nuestra página web Vive Sin Ansiedad, ya que en ella hallarás consejos y videos que te guiarán en tu proceso de curación.
Con nosotros, lo único que perderás será la ansiedad.