Seguimos hablando de Inteligencia Emocional. Si lo recuerdan, nos referimos a un conjunto de habilidades psicológicas que nos permiten reconocer, entender y expresar nuestras propias emociones y las de los demás, utilizando esto para dirigir nuestro pensamiento y conducta. Pues bien, dentro de la inteligencia emocional, nos encontramos con la Regulación Emocional.
La Regulación Emocional es la capacidad para manejar y gestionar las emociones de forma óptima. Es decir, estar abierto a las emociones, reflexionar sobre ellas y saber cuál escoger dependiendo de su utilidad. Pero no solo podemos regular nuestras propias emociones, también las emociones de los demás. Por ejemplo:
- Si nos encontramos inmersos en un conflicto con otra persona, al utilizar estrategias de diálogo, empatía, comunicación, resolución positiva del conflicto, etc., estaríamos regulando las emociones de la otra persona, lo cual hará que la resolución del conflicto sea exitosa.
- Si nos encontramos ante una situación en la que la ansiedad se apodera de nosotros y consideramos amenazante una situación como realizar un viaje, al mantener un diálogo interno positivo, al utilizar estrategias como la desdramatización o la relajación, estaremos regulando nuestras propias emociones, lo cual nos hará emprender el evento de forma más exitosa.
Son muy importantes una serie de puntos que conforman esta regulación emocional:
- Expresar las emociones de forma correcta. Ser conscientes de que la expresión de nuestras emociones supone un importante impacto tanto positivo como negativo en las demás personas.
- Aceptar que debemos regular nuestras emociones en ciertas situaciones. Por ejemplo en situaciones de estrés, ira, violencia, frustración. No anteponer los resultados inmediatos a los resultados a largo plazo.
- Saber gestionar la intensidad y duración de nuestras emociones.
- Capacidad para generar por voluntad propia emociones positivas en cualquier situación.
Debemos ser conscientes de la importancia de las emociones en nuestro día a día. Más concretamente al hablar de ansiedad. Si recordáis bien, las emociones negativas generan pensamientos negativos, y los pensamientos negativos hacen que surja la evitación y la no realización de actividades, lo cual hace que se mantenga y aumente la ansiedad.
No olvidéis visitar www.vivesinansiedad.com
Un afectuoso saludo!