Los trastornos de ansiedad, cuando no se tratan a tiempo, pueden afectar a todos los ámbitos de nuestra vida, incluido el trabajo.
Hay personas que se dan cuenta de este problema demasiado tarde y llegan a perder su empleo, lo que conlleva en algunos casos, a que aumente aún más su grado de ansiedad.
Los trastornos de ansiedad hacen sentir a las personas de mal humor, cansadas, inseguras y temerosas, lo cual no les trae nada bueno en su lugar de trabajo, ya que pierden la iniciativa, las energías y no suelen tener un trato agradable con otros compañeros.
Muchas veces no nos damos cuenta de nuestra situación porque somatizamos nuestra ansiedad. Cuando somatizamos la ansiedad sentimos un malestar emocional o mental que se manifiesta a través de dolencias físicas. ¿Nunca te ha ocurrido que presentas dolencias o molestias, vas al médico y te dice que no te pasa nada? Si ha sido así, seguramente tenía alguna relación con lo que estamos hablando.
Esta situación no es nada favorable en tu puesto de trabajo, puesto que cada vez sentirás más y más molestias. Lo más adecuado no es somatizar tu ansiedad, sino la terapia psicológica para aprender a manejarla.
La terapia psicológica orientada por un psicólogo conductual puede ayudarte bastante a liberar tu mente y ver las cosas con más claridad.
El National Institute for Occupational Safety and Health (Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional) afirma que las personas sufren más estrés actualmente que hace 10 años en el trabajo. Una cuarta parte de empleados respaldan esta opinión, afirmando que el trabajo es una de las principales causas de estrés en sus vidas.
Según los datos recogidos en el año 2000, por The Americam Institute of Stress, muchos trabajadores sufren fatiga en los ojos, insomnio, dolores en las extremidades,así como dolores musculares, debido al estrés que sufren en el trabajo.
Muchos expertos respaldan la idea de que hay una conexión muy arraigada entre la ansiedad y la baja productividad.
Muchas veces es el trabajo el que nos genera el estrés y la ansiedad, y otras en cambio, somos nosotros los que nos llevamos la ansiedad a nuestro lugar de trabajo. El caso es que cuando estamos ansiosos, nos sentidos frustrados y agotados, no rendimos igual.
¿Cómo puede generarnos ansiedad el trabajo?
De múltiples formas. Entre ellas vamos a destacar las siguientes:
– El ritmo de trabajo que llevemos.
– Por ausencia de personal, lo que a su vez hace que tengas exceso de trabajo.
– A un mal ambiente laboral.
– Condiciones ambientales desagradables en el lugar de trabajo.