¿En los últimos tiempos tienes miedo a perder el control de tus actos? ¿Hacer daño a los que más quieres? O incluso ¿a ti mismo? ¡Pues tranquilo! Aquí te guiaremos hacer del por qué surge esto y cómo controlarlo.
No dejes de revisar el apartado sobre Tranquilo, solo es ansiedad. No te pasa nada grave
¿Soy el único que tiene miedo a perder el control?
No, de hecho, tener miedo a perder el control sobre nuestros pensamientos, impulsos y conductas es muy frecuente en aquellas personas que, como tú, sufren de ansiedad.
Se experimenta esta sensación o pensamiento ante niveles de ansiedad muy elevados, y suele detonarse ante la percepción propia de estar sobrecargado o desbordado en cualquier área de tu vida. Normalmente ocurre con las relaciones interpersonales o en el trabajo.
¿Qué es el miedo a perder el control?
El pensamiento de no poder cumplir con las expectativas o la sensación de estar bajo mucha presión vuelve tus pensamientos caóticos y sientes que no tienes control de nada.
De forma normal, consideramos que cuando podemos resolver un problema “todo está bajo control” y cuando esto no ocurre “nada está controlado”. Así que el miedo a perder el control es no poder alcanzar aquellas metas que nos hemos puesto nosotros mismos o que nos han sido impuestas.
¿Qué síntomas se presentan?
- Miedo a perder el control y miedo a volverse loco y no poder controlar lo que hacemos o el cómo reaccionamos.
- Nerviosismo constante.
- Paranoia.
- Taquicardias.
- Sudoración excesiva y sin motivos aparentes.
- Sensación de rareza e irrealidad.
- Mareos.
- Sensación de asfixia.
- Pensamientos negativos de forma obsesiva que no logras sacar o bloquear de tu cabeza.
¡No sufras! No te estás volviendo loco, sólo tienes el trastorno de ansiedad generalizada y hay una forma de tratarla. De hecho, es muy importante que lo hagas, porque las consecuencias de vivir bajo esta clase de presión y angustia pueden llegar a ser graves.
¿Cómo puede afectarme mi miedo a perder el control?
- Es probable que tener miedo a perder el control altere tu conducta, y lo hará paulatinamente.
- Te hallarás muy sensibles a opiniones y críticas y sentirás que todos te están atacando.
- Buscarás estar la mayor cantidad de tiempo solo porque sientes que nadie te entiende.
- Tus niveles de concentración, memoria y atención disminuirán a medida que tu miedo a perder el control crece.
- Puedes padecer insomnio.
- A cada día que pasa no sólo tu miedo a perder el control crece, sino que eres más y más duro contigo mismo: cualquier fallo te parece imperdonable.
- En casos agudos, puedes llegar a sentirte fuera de la realidad, como si estuvieras viendo todo lo que acontece a través de un cristal o como si estuvieras contemplando una película. Es decir, te sentirás ajeno a ti mismo.
- Normalmente, si no tratas tu miedo a perder el control, éste puede terminar en el pensamiento trastornado de que te estás volviendo loco, lo cual podría terminar en las llamadas “fobias de impulsión”, cuyo peligro principal es que, en un momento específico, puedas perder realmente el control de tus acciones e impulsos.
- Puedes terminar paranoico y pensar que te están persiguiendo, observando o vigilando todo el tiempo.
Como verás, las consecuencias del miedo a perder el control van desde lo más ligero hasta cosas muy graves. De ahí, la importancia de tratarlo de forma correcta.
¿Tengo cura?
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¡Deja de pensar que no tienes salvación! ¡No te conformes con vivir con miedo! Toma las riendas de tu vida ¡y comienza tu proceso de curación con nosotros!