Quizá no hayan escuchado nunca este término, hoy sabrán a qué nos referimos cuando hablamos de Locus de Control.
El Locus (lugar) de control se refiere a la percepción de una persona sobre dónde se ubica la causa de los acontecimientos que suceden en su vida cotidiana. Es decir, es la forma según la cual se comporta una persona dependiendo de dónde cree dicha persona que se encuentra el origen de un acontecimiento o suceso. Este origen para la persona puede ser interno (Locus de control interno) o externo (Locus de control externo). De esta forma, las personas que perciben que la ejecución de una determinada actividad o situación depende de ellos mismos tienen un locus de control interno; por el contrario las personas que piensan que el desarrollo de una actividad o situación tiene que ver con factores externos como por ejemplo la suerte, tienen un locus de control externo.
Ahora profundicemos en el los dos tipos: Interno vs Externo
- LC Interno. Como decimos, la persona con locus de control interno atribuirá a causas internas el resultado y la ejecución de cualquier situación, evento o actividad a realizar. Por ejemplo, una persona que sufre ansiedad y logra exponerse y superar una situación a la que teme, atribuirá este éxito a variables personales, a su propia capacidad. Esta persona se atribuirá a sí misma los éxitos y los fracasos. Piensa que todo está bajo su control personal. Que los eventos se relacionan con su conducta. Por tanto este tipo de personas tienen más capacidad de lucha ante una crisis, sienten mayor satisfacción personal cuando obtienen un éxito y tienen un autoconcepto más positivo que las personas con locus de control externo.
- LC Externo. Sin embargo, la persona con locus de control externo atribuirá a causas externas el resultado o la ejecución de cualquier situación, evento o actividad a realizar. Por ejemplo, una persona son ansiedad atribuirá una crisis o el resultado negativo de una situación temida a variables externas como el azar o la mala suerte. Como siempre decimos, si pensamos que la ansiedad ha llegado a nosotros por azar, creeremos también que nos desharemos de ella por azar. Es decir, estas personas no relacionan los eventos con sus acciones. Por consiguiente atribuyen sus logros al destino o a la suerte y no a su propia capacidad, por lo que su autoestima no aumenta, aunque hay que decir que tampoco disminuye, ya que sus fracasos tampoco los atribuyen a sí mismos.
Queridos amigos, hasta aquí el artículo de hoy.Espero que les sea de gran ayuda.
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Un afectuoso saludo!