Queridos amigos del blog de ViveSinAnsiedad, os habla Eric y hoy no estaré redactando un artículo personal, sino el artículo de un Antonio Barragán (licenciado en psicología y coach personal).
¿De qué viene a hablar a Vive Sin Ansiedad?… pues obviamente el tema no podía salirse muy lejos de la propia ansiedad.
Antonio es un experto coach en un tipo concreto de patología llamada “Filofobia” ¿habéis oído hablar alguna vez sobre ello? No es una palabra muy común, pero lejos de ser yo quien os hable del tema, os dejo el artículo de Antonio.
¿Has oído hablar alguna vez sobre la filofobia? Bueno, si dejamos a un lado los tecnicismos y lo definimos como miedo al amor, a tener relaciones de pareja o a comprometerse emocional o sentimentalmente con otra persona, seguro que te suena más, ¿verdad?.
Pues aunque te cueste un poco creerlo, hay personas que tienen este tipo de trastornos, un problema que suele pasar desapercibido hasta que actúa, y cuando lo hace, el daño es inconmensurable.
Desde que creé mi blog, he ayudado a cientos de personas a que superen este problema que actúa desde las sombras y poco a poco va impidiendo que la persona en cuestión, avance en su relación o estado emocional. Y en todas ellas, hay un factor clave que predomina sobre los demás y que casi todo el mundo que padece este problema afirma tener: la ansiedad.
La ansiedad y el miedo
Pero seguro que te habrás preguntado, ¿cómo puede el amor provocar miedo?. Bueno, es la primera duda que surge en personas que tienen este tipo de problemas, y sobre todo en aquellas con las que mantienen relaciones.
Y en cierta medida tienen razón. El amor no está diseñado para provocar miedo, el miedo en si lo generamos nosotros mismos.
¿Cómo es esto posible? Debido a que no sabemos controlar nuestra mente ni nuestras emociones al 100%. El programa mental que llevamos insertado y que se ha ido forjando poco a poco desde que nacimos, hace que durante el tiempo, las emociones que sentimos por algo se perfeccionen y se ejecuten cada vez más rápido. Es cuestión de adaptabilidad, y el ser humano está diseñado para adaptarse.
Por tanto, llega un momento en el que nuestras emociones surgen tan rápido que ni nos
damos cuenta. Tan sólo caemos bajo su efecto y nada más.
Pues imagínate cuando nuestra mente asocia que tener una relación con alguien, es algo
perjudicial para nosotros. Pero, ¿por qué tendría que pasar esto en nuestra mente?
Porque hemos podido tener algún tipo de experiencia negativa en nuestro pasado que nos
ha marcado un programa mental negativo o puede que nuestra autoestima esté tan
infravalorada que nos veamos tan inferiores a los demás que huyamos de él por miedo a
no saber cómo afrontar esa situación.
Estas son las dos posibles situaciones en las que la psicología define como causas de la
filofobia o el miedo a enamorarse, aunque en realidad hay todo un mundo detrás de este
tipo de transtorno.
Pero, ¿qué tiene que ver todo esto con la ansiedad? Pues simple. El miedo es uno de los
principales detonantes de la ansiedad en si, por lo que cuando una persona se siente
amenazada, siente miedo, y cuando siente miedo, su nivel de ansiedad aumenta.
Una gran cantidad de personas que tienen miedo a tener relaciones de pareja, sufren un
aumento en sus niveles de ansiedad, hasta tal punto que alteran incluso su estilo de vida
ya no solo sentimental, sino también personal y profesional.
Y como acabamos de comentar, uno de sus detonantes es el miedo. Pero, ¿miedo a qué?
Identificar y Reconocer, el primer paso para superar el miedo y reducir tu
ansiedad
Pues es el primer paso que todas las personas que tienen este problema, deberían dar.
Identificar y reconocer se convierte en algo básico y esencial si quieres analizar de donde
proceden tus amenazas y qué es lo que realmente te está provocando ese estado de
ansiedad.
Lo que sucede hoy en día es que las personas viven tan “en piloto automático” que ni tan
siquiera tienen tiempo para dedicárselas a ellas mismas. Algunas veces pretendemos
solucionar un problema desde un estado de alteración, premura, nerviosismo, rapidez,
etc…. y eso no ayuda para nada a que encontremos su solución.
Si planteamos la situación al revés, te podría comentar que he tenido personas que me
han comentado el grave problema que tienen con su ansiedad y que querían que les
ayudara a solucionarlo. El primer paso sigue siendo el mismo: Identifica y reconoce.
Una vez identificas qué tipo de problema te está causando esa amenaza y porqué te
provoca miedo, empezarás tu camino hacia la disminución de tu ansiedad.
Pero claro, cuando tienes filofobia, identificar de dónde procede el miedo y cuál es la
amenaza en si para reconocerla y conseguir que disminuyamos nuestra ansiedad, es algo
más difícil de conseguir.
¿Por qué? Porque ese miedo que sentimos, es un miedo disfuncional, es decir un miedo
que no corresponde con un patrón lógico ni razonable. Sentimos miedo por algo que por
lógica no tendría que provocarnos ese temor, sino más bien todo lo contrario.
Las personas que padecen este tipo de miedo, no se dan cuenta del porqué lo tienen. Se
limitan simplemente a caer bajo su efecto y a huir, evitando el problema en vez de
enfrentarse a él. El miedo es un aliado indispensable, una alerta que nos indica de que hay
un problema ante nosotros y de que quizás no tengamos los sufiencientes recursos para
hacerle frente. Lo que sucede es que en la mayoría de los casos de filofobia, el supuesto
problema del que nos alerta el miedo, no es un problema real, sino que lo creamos
nosotros mismos.
Es entonces cuando las personas empiezan a darse cuenta de que en realidad, las cosas
físicas y aquello que nos rodea no es lo que realmente provoca el miedo y hace aumentar
nuestros niveles de ansiedad, sino que somos nosotros mismos los que hacemos todo ese
trabajo por culpa de nuestros pensamientos negativos, prejuicios, suposiciones y demás
estados mentales.
Cuando identificas y reconoces, estás dando un paso increíble hacia la consciencia plena y
hacia el propio control de lo que te está pasando, tanto si es malo como si es bueno. Por
mucho que huyas de algo, ese problema siempre seguirá ahí hasta que no decidas poner
las cartas en la mesa, identificarlo, reconocerlo y trazar una estrategia para superarlo.
Todo lo que te demores en dar estos dos primeros pasos, estarás colmando tu mente de
dudas, y lo que conseguirás será darle tiempo para que empiece con sus suposiciones y
prejucios y se te llene la cabeza de situaciones que tú mismo te estás inventando.
¿Y sabes cuál es la consecuencia de todo esto? El miedo aumenta y tu nivel de ansiedad se
dispara. Entonces quieres buscar soluciones rápidas y te estresas todavía más, aceleras tu
estado de ser y haces las cosas de una forma distinta, pues estás sintiendo y pensando de
una forma también distinta.
¿Y sabes que consigues nuevamente con esto? Aumentar todavía más tus miedos (al no
conseguir el resultado que tú esperas en el tiempo que tú esperas) y hacer que tu ansiedad
llegue al máximo nivel.
Identificar y reconocer, es el primer paso para superar tus miedos. El primer paso para
que tu filofobia quede enfocada y controlada. El primer paso para que tomes consciencia
de lo que te está pasando, lo que estás sintiendo y porqué. El primer paso para que tu
ansiedad se reduzca y tomes control de lo que piensas y lo que sientes en todo momento.