Según un estudio realizado por la Universidad de Chicago (EEUU), los estudiantes pueden combatir la ansiedad que les produce un examen que consideran importante, escribiendo sus preocupaciones acerca de éste, minutos antes de realizarlo.
Los investigadores descubrieron que cuando los estudiantes plasmaban sus preocupaciones internas sobre un papel, éstas quedaban parcialmente liberadas y gran parte de la ansiedad que sentían, se disipaba a medida que escribían.
El experimento se realizó con dos grupos de personas, compuestos cada uno de ellos por individuos con diferentes edades, para equilibrar adecuadamente la prueba.
El resultado fue que aquellos que escribían sus preocupaciones internas minutos antes de iniciar la prueba obtuvieron mejores puntuaciones que el grupo que no lo hizo.
El investigador jefe de este experimento, Sian Beilock, afirma que la ansiedad y la presión que las personas experimentan ante un examen o cualquier acontecimiento que consideren como relevante, merma en gran parte su capacidad cognitiva, lo cual hace que queden por debajo de su verdadera capacidad intelectual.
Es importante relajar nuestra memoria a corto plazo, también llamada memoria de trabajo, la cual es la sede de nuestras funciones ejecutivas y en parte, cognitivas.
Cabe destacar que mediante técnicas de visualización cerebral, tales como la resonancia magnética, se ha demostrado que los componentes de esta memoria se encuentran localizados en diferentes regiones de la corteza prefrontal. Ésta se conecta con la amígdala haciendo de mediadora, para que nuestra conducta sea adaptativa ante situaciones que consideramos estresantes.
Con este método se ha puesto de manifiesto la importancia que tiene sobreponernos a nuestros temores, ya que las consecuencias de pensar que lo haremos mal o de no poder demostrar todo nuestro potencial, hace que las personas no rindamos lo suficiente.
A continuación, vamos a ver unos consejos prácticos para afrontar un examen con éxito:
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Debemos intentar que nuestro estado emocional sea el adecuado porque éste afecta a nuestra memoria a corto plazo, y con ello a nuestra capacidad para recordar lo aprendido, así como a la velocidad de la escritura.
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Escribir detalladamente aquello que nos preocupa y meditar sobre ello. A veces, hay que quitar importancia a las cosas, porque nada es más importante que sentirse a gusto con uno mismo, y el hecho de aprobar o suspender un examen no nos hace mejores ni peores que los demás
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Relajarnos y dar lo mejor de nosotros mismos, siempre dentro de nuestras posibilidades.
¡A por todas!