La depresión es una de las principales causas de suicidio. Normalmente, los antidepresivos (AD) suelen mejorar los estados de los pacientes, pero recientemente se ha descubierto que a algunas de las personas tratadas les puede afectar negativamente, aumentando las tendencias suicidas de éstas.
Todo ello ha hecho que haya una gran controversia con respecto a este tipo de medicamentos.
Según diversos estudios, las personas más afectadas por los efectos de los antidepresivos son los niños y los adolescentes.
A lo largo de estos años se han realizado una gran cantidad de estudios enfocados a detectar los riesgos que supone la toma de AD. Los resultados obtenidos fueron los siguientes:
24 estudios no encontraron correlación entre el uso de AD y aumento de la conducta suicida en el niño/a.
27 investigaciones centradas en diversos fármacos (IRS, nefazodona, venlafaxina y mirtazapina) revelan que se produce un aumento en suicidios en menores de 19 años.
Por tanto, son más numerosos los estudios que detectan las graves consecuencias que supone administrar este tipo de medicamentos en menores, que los que no.
En cambio, a los adultos no parece afectarles tanto, aunque también podría perjudicarles, tal como sugiere un estudio canadiense, el cuál revela que más de un millón de personas, durante el inicio del tratamiento, experimentan un ligero aumento de ideas suicidas, pero no lo suficientemente pronunciado y grave como para suspenderlo.
Otro de los estudios, que incluyó la cantidad de 159.810 pacientes, revelan que los primeros 9 días en los que es suministrado el tratamiento por primera vez, hay más riesgo de que aumente la tasa de suicidios; y que además, durante el primer mes del tratamiento se pueden experimentar un aumento de padecer conductas suicidas.
En este último estudio se trató a los pacientes con fluoxetina, paroxetina, amitriptilina y dotepina.
Cabe destacar, un metanálisis compuesto por 342 estudios realizados a doble ciego, es decir, completamente aleatorizados, donde se comprobó que el riesgo de suicidio y la toma de AD, dependían en gran parte de la edad del paciente. Se encontraron riesgo de suicidio en menores de 25 años. Por tanto, no es recomendable tomarlos en edades más tempranas, ya que puede provocar gravísimas consecuencias.
Fuente: www.bago.com/BagoArg/Biblio/psiqueweb723.htm