Cuando una relación sexual deja de ser relajante y placentera para resultar estresante, es lo que se conoce como ANSIEDAD SEXUAL.
Este tipo de ansiedad normalmente es originada por un suceso traumático, que en la mayoría de los casos suele tratarse de una disfunción eréctil “gatillazo” o una eyaculación precoz.
Una de las principales cosas que tienes que aprender para superar este tipo de problema es la causa de tu ansiedad y ponerle un remedio.
Veamos un ejemplo:
Un hombre conoce a una mujer en un parque, se enamoran y empiezan una nueva relación.
Llega el momento de intimar más, y parece que todo va a bien, ambos están entusiasmados y excitados.
Comienzan los besos, las caricias y cada vez el hombre se encuentra más excitado, pero no le da mucha importancia.
Llega el momento de la penetración y aunque se siente demasiado excitado no le da importancia. Comienza el coito y de repente, en cuestión de pocos segundos, eyacula.
El hombre se siente avergonzado y la relación sexual es interrumpida.
Esto es lo que suele ocurrir en este tipo de situaciones, tanto en las de eyaculación precoz como en las de disfunción eréctil.
Esta experiencia tan traumática va a hacer que el hombre relacione inconscientemente el sexo con un momento desagradable, con nervios y ansiedad. Además es un momento donde debe “cumplir con ello” creándose así mismo una cierta expectativa, la de no eyacular demasiado pronto. Y aquí es donde comienza a surgir la ANSIEDAD SEXUAL.
El hombre comenzará a experimentar sudoraciones, pensamientos negativos, alteración en la frecuencia cardiaca y una fuerte presión por cumplir su cometido en momentos en los que vaya a tener relaciones sexuales. Todo ello va a fomentar que su problema no se vea solucionado. Mientras más piense en ello, menos probabilidades tendrá de solucionar su problema.
Lo primero que hay que hacer para salir airoso de esta situación es combatir la ANSIEDAD SEXUAL.
¿Cómo se supera la Ansiedad Sexual?
Se puede afirmar que la ansiedad sexual se compone de diversos comportamientos, entre ellos:
– Tener una imagen negativa sobre uno mismo, normalmente sobre nuestro aspecto físico.
– Sentir que tenemos sobrepeso o que el tamaño del pene no es lo suficientemente grande.
– Miedo a no ser lo suficientemente bueno en la cama, a que la otra persona no disfrute con nosotros.
– Temor a experimentar una disfunción eréctil o una eyaculación precoz.
Lo primero que hay que hacer es erradicar todas estas ridículas preocupaciones de nuestra mente. Ignora tus pensamientos negativos.
Si tienes pareja, habla con ella sobre lo que te ocurre. La comunicación es muy importante y su apoyo hará que superéis esto juntos.
Haz ejercicio, te será beneficioso para mejorar tu desempeño sexual.
Por último, hay muchísimas técnicas que podrían ayudarte a superarlo, solo tienes que encontrar las adecuadas.
¡Mucha suerte!