¿Te dan palpitaciones muy fuertes y te asustas creyendo que es un infarto al corazón? No te preocupes, en este artículo te diremos la diferencia entre un problema cardiaco y los síntomas de la ansiedad.
No te pierdas esta información importante sobre cómo Identificar los cambios positivos en tu ansiedad
¿Puede la ansiedad provocarte un infarto al corazón?
Es muy natural que cuando sufras una crisis de ansiedad sientas que te volverás loco o que morirás de un ataque al corazón por las palpitaciones. A su vez, es común que después de pasado el tiempo de la crisis, mantengas un miedo a que se repitan o haya consecuencias peores.
Ten en cuenta que estos pensamientos no te favorecen porque crean un círculo vicioso. Contra esas ideas tu cuerpo actúa de manera sabia. Cuando tienes una crisis tu organismo pone en funcionamiento el mecanismo de autorregulación para evitar que todos tus pensamientos negativos se hagan realidad: te ahogues, te vuelvas loco o en su defecto sufras de un infarto al corazón.
En otras palabras, cuando tienes una crisis de ansiedad tu corazón se acelera y luego el mismo baja la intensidad hasta el nivel de normalidad, al igual ocurre con los demás síntomas, cuando llegan hasta su nivel tope. Una vez que se pasa el ataque, comienza el agotamiento por el esfuerzo corporal que hizo tu cuerpo para mantener todo al margen.
Con respecto a sufrir un infarto al corazón por ansiedad, es muy difícil ya que los ataques cardiacos ocurren por otras razones. Estos se dan cuando un coagulo de sangre traba alguna de las arterias coronarias, las cuales llevan la sangre y transportan oxígeno al corazón. De esta forma, el que haya una falta de oxígeno provoca la muerte de las células en el miocardio, convirtiéndose en un infarto al miocardio.
Reacciones cardiovasculares
Es común que las personas pregunten si los ataques de pánico pueden o no desembocar en un infarto al corazón, o en su defecto la muerte sin embargo, no es así. Según un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud Mental de los Estados Unidos de América, el trastorno por ansiedad es uno de los más tratables en cuanto a los demás trastornos derivantes de la misma. Esto se debe a que se obtienen buenos resultados con la aplicación de los fármacos.
No obstante, se sabe que según las estadísticas las personas que sufren de trastorno de ansiedad tienen una tendencia a el tabaco, consumo de alcohol, obesidad, colesterol alto, y presión arterial elevada lo cual afecta al musculo cardiaco y dando como resultado un infarto al corazón.
Dolor cardiaco
Los médicos han dividido el dolor cardiaco en: típico y atípico según los síntomas que presentan cada uno. El primero se relaciona con las enfermedades cardiacas y el segundo se cree que se deben a causas que no tienen nada que ver con el sistema cardiaco. Sin embargo, algunos síntomas de la ansiedad son muy afines a los problemas cardiacos y es difícil diferenciar típico de atípico.
A# Dolor cardiaco típico:
Algunos de los síntomas que se presentan en el dolor cardiaco típico son: presión en el pecho, dolor pectoral que va aumentando llegando a su nivel más alto en pocos minutos, dolor en la parte izquierda a nivel del tórax, dolor que va desde el pecho hasta otras partes del cuerpo como brazos y piernas. Y por último dolor que se realiza por el esfuerzo físico, todo esto parte de la sintomatología de un infarto al corazón.
B# Dolor cardiaco atípico:
Entre los síntomas de dolor cardiaco atípico están: dolor breve, dolor que se produce sin ningún tipo de esfuerzo, dolor que puede aliviarse o empeorar según la posición, dolor agudo en el pecho, y les acompañan los demás síntomas de la angustia. Así que difícilmente este puede llevar a un infarto al corazón.
Si sabes que los síntomas que estás padeciendo son parte de una crisis de ansiedad y no de un infarto al corazón, lo primero que debes hacer es tratarte la angustia. Hay infinidades de tratamientos, técnicas y terapias que te pueden ayudar para eso. Lo que más importa es que no te quedes sentado temiendo lo peor (un infarto al corazón) sino, que encuentres la solución.