¿Sabías que muchos de los alimentos que tomamos pueden influirnos a la hora de padecer estrés o ansiedad?
Lo que comemos tiene efectos directos e indirectos sobre nuestro organismo y nos afecta tanto física como emocionalmente, por ello es necesario mantener una dieta sana, variada y equilibrada, no solo para mantener nuestra línea sino también para sentirnos bien con nosotros mismos.
Existen una infinidad de alimentos que pueden contribuir a la alteración de nuestro estado psicológico y muchos de ellos los tomamos habitualmente sin darnos cuenta lo dañinos que pueden resultar a largo plazo.
No consiste en que taches estos alimentos de tu vida y no vuelvas a consumirlos más, pero sí que sería recomendable disminuir su consumo, y en caso de padecer estrés o ansiedad eliminarlos temporalmente de tu dieta.
A continuación vamos a ver una serie de alimentos que alteran nuestro estado anímico para que así puedas moderar su consumo:
-Estimulantes: El café, el té y otros refrescos con cafeína así como las bebidas energéticas, estimulan el sistema nervioso y sobre-activan nuestro estado corporal, por lo que provocan insomnio, nerviosismo, estrés y ansiedad.
No es recomendable tomar más de 100 miligramos al día de bebidas que contengan estas sustancias. Para que nos entendamos bien, esta cantidad equivaldría a una sola taza en el caso del café, y a un par de vasos en caso de los refrescos o las bebidas energéticas.
-Alcohol: Normalmente pensamos que el alcohol es una bebida euforizante debido al efecto desinhibidor que nos produce al principio de tomarlo, pero lo cierto es que se trata de un depresor del sistema nervioso, es decir, altera negativamente nuestro estado de ánimo y puede provocarnos cuadros de ansiedad horas después de su ingesta.
-La sal y el azúcar: Un exceso de sal o azúcar puede ser muy perjudicial para nuestra salud.
La sal disminuye las reservas de potasio en nuestro organismo, y éste es un mineral muy importante para el buen funcionamiento del sistema nervioso.
Un exceso de sal aumenta la presión sanguínea por lo que no es recomendable ingerir más de un gramo de sal por día.
Por otro lado, el azúcar eleva las hormonas encargadas de regular el estrés y puede generarnos cambios de humor, fatiga e irritabilidad.
-Grasas saturadas: Las encontramos en alimentos precocinados, bollería industrial y comida rápida.
Los alimentos ricos en este tipo de grasas aumentan el estrés en nuestro cuerpo.
En relación con la bollería industrial y los alimentos precocinados debemos saber que los aditivos artificiales que contienen para realzar el sabor tienen un efecto irritativo sobre nuestro sistema.
También deberemos tener cuidado con el consumo de carne que se usa para cocinar en platos de comida rápida, ya que pueden proceder de animales que han sido alimentados con ciertas hormonas para promover que éstos engorden más rápido. Estas hormonas tampoco resultan beneficiosas para nuestro cuerpo.