La vida es como un viaje, un viaje en el que tiene su inicio en el nacimiento y tiene su fin cuando fallecemos. Es parte de la naturaleza, y es así para todos los seres vivos que habitamos la tierra.
Pero ese viaje tiene un camino para cada uno de nosotros, un camino en el que vamos a tener un único objetivo:
- Ser felices
Sin embargo, ese camino que vamos a recorrer, no siempre será un camino asfaltado, con paisajes bonitos y gente agradable.
Habrá momentos en el que ese camino presente ciertos baches y no sea tan agradable.
A esos tramos del camino, les llamamos “problemas”. Todos tenemos en nuestras vidas, es algo inevitable, sin embargo, nuestro objetivo como humanos que somos, en todo momento será el de hacerles frente y tratar de dejarlos atrás.
Para poder hacer frente a todos estos problemas, es necesario tener una buena dosis de una poción mágica llamada “fuerza de voluntad”.
En ocasiones, creemos que nuestra situación no puede ser peor. Cuando tenemos un problema de ansiedad, la tristeza se apodera de nuestra felicidad, los miedos pisan a nuestras actividades favoritas, y los pensamientos negativos pueden hacer que nuestra fuerza de voluntad se vaya debilitando.
Sin embargo, quiero que sepáis una cosa y que la tengáis muy clara, y es la siguiente:
Aunque creáis que vuestra fuerza de voluntad ha desaparecido, y que todo está perdido, os diré que no es así.
Vuestra fuerza de voluntad jamás desaparece, y la tendréis durante toda vuestra vida.
Es posible que se haya debilitado, pero la fuerza de voluntad jamás desaparece, y vuestra positividad está por encima de todos esos pensamientos negativos que se han apoderado de vuestra vida.
El ser humano es la mayor maravilla sobre la tierra, y nuestro poder mental está por encima de cualquier problema que podemos tener.
Cualquier problema podemos reducirlo al mínimo cuando sacamos a relucir nuestra positividad.
Recordad este refrán:
“El juego no termina hasta que yo gane”